jueves, 25 de marzo de 2010

Actualización de Descartes


Actualización Descartes.
La revolución científica del siglo XVII y el agotamiento de las propuestas escolásticas llevó a la filosofía a situar en el centro de sus preocupaciones el problema del conocimiento: ¿Existe el conocimiento verdadero? Las dos grandes escuelas de este siglo se enfrentan a la misma problemática, pero se diferencian en la manera de afrontarla.
 Por un lado, el Racionalismo, cuyo fundador fue Descartes, se caracteriza por conceder la primacía a la razón para alcanzar la verdad y sostiene como principio básico que nuestros conocimientos verdaderos de la realidad tienen su origen y fundamento en la razón. Identifican el conocimiento racional con el conocimiento científico y especialmente con las matemáticas, que toman como modelo deductivo del saber. El problema que se les planteará será como aplicar el método matemático a la filosofía.
 En contraposición, los empiristas defienden que nuestro conocimiento procede en última instancia de los sentidos: el origen y el fundamento de nuestro conocimiento verdadero se encuentra en la experiencia sensible. Establece un límite en las posibilidades del conocimiento, que no puede ir más allá de la percepción sensible. Los empiristas toman el modelo experimental de la fisica y rechazan radicalmente la existencia de las ideas innatas de tipo platónico.
 Por tanto podemos decir que empiristas y racionalistas abordan con métodos opuestos el problema del conocimiento: los primeros fundamentándolos en la experiencia sensible y los segundos tomando la razón como principio básico y defendiendo el innatismo como punto de arranque del proceso deductivo para alcanzar el verdadero conocimiento.

Victor Villaescusa y Albert Antolí

miércoles, 24 de marzo de 2010

Mecanicismo y teleologismo

A comienzos del siglo XVII, la obra de Galileo y Descartes fija dos grandes cimientos: el fin de la concepción teleología del Cosmos y el principio de una concepción mecanicista del mismo. Descartes elimina la noción clásica del alma como principio de vida y movimiento, estableciendo una distinción entre alma y cuerpo. No hay un alma que regule las funciones de los seres vivos y los dirija hacia a un fin, sino que los seres vivos son puros mecanismos cuyo funcionamiento se puede explicar mediante leyes. El alma no se rige por leyes mecánicas, sino por leyes lógicas. El dualismo de Descartes tiene una serie de consecuencias:

• Hace posible una explicación mecanicista del Cosmos independiente de la religión.

• Afirma la libertad del pensamiento humano, la mente es totalmente distinta del cuerpo y no está sometida a leyes mecánicas.

• Se hace posible el estudio autónomo de la mente humana. Los fenómenos mentales no pueden ser explicados como los físicos y la introspección es el único acceso a los contenidos de la conciencia.



Pero la separación cartesiana entre mente y cuerpo planteaba un problema un problema de difícil solución: Si alma y cuerpo son dos sustancias distintas, ¿cómo las afecciones del cuerpo pueden producir las ideas y cómo las ideas de l mente pueden producir acciones del cuerpo?

Algunos oratorianos, cuyo más alto representante es Malebranche, encuentran en el mecanicismo cartesiano un medio de conciliar el espiritualismo de S. Agustín con las nuevas ciencia y filosofía. La influencia de Descartes se encuentra sobre todo en el estudio del alma y su carácter espiritual además de en la investigación sobre la verdad.

Como ya hemos mencionado antes para Descartes todo se podía explicar mediante leyes sin embargo Heisenberg mostró que el universo no está determinado por unas leyes necesarias, sino que es aleatorio e incierto.

Como conclusión podemos afirmar que Descartes fue el gran defensor del mecanicismo y Aristóteles el del teleologismo. Hemos encontrado una manera de diferenciar estos dos términos que se encuentra en la "Crítica del Juicio" de Kant, donde se dedica a distinguir entre qué es una máquina y qué un organismo.


Irene González
Nuria Domingo